El Banco Central Europeo (BCE) busca el poder de veto sobre el lanzamiento de criptomonedas en la zona euro

Preocupación desde el BCE: «Necesitamos una regulación internacional sobre las criptomonedas”.

Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha advertido sobre la necesidad de regular las criptomonedas a nivel internacional: “Es necesario acordar a nivel mundial una regulación de las criptomonedas y lanza un mensaje de alarma sobre la extrema volatilidad del bitcoin”.

Dentro de las criptomonedas son aquellas estables, es decir, las que derivan su valor de una o más monedas oficiales, las que más inquietan a las autoridades bancarias. 

La propuesta fue publicada el 19 febrero de 2021 por el Banco Central Europeo, respondiendo a un proyecto de ley anterior. En ella, se expone la necesidad de crear un marco común a nivel europeo para los criptoactivos, los servicios y las actividades relacionadasAdemás, sugiere clasificar los diferentes tipos de riegos de cada uno de ellos con el objetivo de evitar la fragmentación del mercado único.  

No obstante, los instrumentos financieros (definidos en la Directiva 2014/65/UE del Parlamento Europeo y del Consejo) se excluyen del ámbito de aplicación de la propuesta legislativa.

Por otro lado, el BCE ve con buenos ojos la exclusión general del mismo BCE y los bancos centrales nacionales de los Estados Miembros cuando actúen como autoridad monetaria en el ámbito de aplicación de la propuesta. También acepta la exclusión de dicho ámbito de cualquier criptoactivo que pudiese ser emitido por los bancos centrales cuando actuasen como autoridad monetaria; así como cualquier servicio relacionado con los criptoactivos que los bancos centrales pudiesen proporcionar.

Se propugna también prohibir el pago de intereses en criptoactivos, en consonancia con la regulación de otros instrumentos usados principalmente como método de pago, como el dinero electrónico.

Los criptoactivos con un valor nominal estable, y que sirven como medio de pago y depósito de valor, podrían afectar a la estabilidad de los fondos de depósito de las instituciones de crédito, lo cual podría suponer un reto en la habilidad de dichas instituciones para cumplir con su papel de intermediarias económicas.

La evaluación de riesgo en las condiciones de las monedas estables (también conocidas como stablecoins), las cuales podrían suponer eventualmente una amenaza para la estabilidad financiera de la zona euro, debería “estar bajo la competencia exclusiva del BCE”.

En un escenario con un uso generalizado de activos de referencia y tokens de dinero electrónico, podría haber un incremento en la demanda de activos seguros, con un posible impacto en la fijación de precios de los activos, la valoración del colateral, el funcionamiento del mercado monetario y la actuación de la política monetaria. Esta situación podría dar lugar en última instancia a una escasez colateral para operaciones en el mercado abierto. Más allá, en última instancia el uso de estos tokens de referencia de activo como propósito de pago podría desafiar el papel del pago con el euro y además debilitar el aprovisionamiento público de la función de la moneda como unidad de cuenta.

El BCE afirma que debería poder tener la potestad para permitir o no la emisión de una criptomoneda estable en la zona euro y así poder proteger el control de la inflación y la seguridad de los pagos. 

La propuesta legislativa estipula que una autoridad competente podría denegar la autorización para emitir tokens de activos de referencia, inter alia, si el modelo de negocio del emisor pudiese suponer una seria amenaza a la estabilidad financiera, la política monetaria o la soberanía monetaria.

Asimismo, las reglas propuestas de la UE deben cambiarse para decir que su opinión sobre el tema es vinculante (es decir, que obliga o vincula) para las autoridades nacionales que evalúan las solicitudes para emitir monedas estables (stablecoins).

Aquellos que emitan una moneda estable tendrán que estar sujeto a los mismos requisitos de liquidez exigidos a los fondos del mercado monetario incluyendo grandes reservas de efectivo y los emisores más importantes deberán considerar escenarios de estrés financiero y no financiero posibles y graves.

“Deberían, como mínimo, otorgar a los usuarios finales un derecho directo sobre el emisor o sobre los activos de reserva y los derechos de reembolso”.

Finalmente, en un epígrafe se exponen las observaciones específicas sobre estabilidad financiera y los aspectos prudenciales a supervisar, resaltando una doble supervisión de los emisores de tokens para comercio electrónico, siendo la autoridad bancaria europea y la autoridad nacional competentes. En ella también se especifica que la regulación propuesta debería ser una obligación para las autoridades nacionales competentes y tendrían que notificar al Banco Central Europeo cuando emitan un libro blanco (whitepaper), cuando tenga la intención de utilizar las criptomonedas o cuando infrinjan la regulación propuesta. 

Cristina Onofri

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